Una de las cosas más detestables de la vida cotidiana son los bancos, con sus incómodas oficinas infernales y sus colas y servicios burocráticos capaces de quitarle las ganas de vivir a cualquiera… pero de entre los peores representantes de estos sitios está Banesco (en cualquiera de sus formas, colores y tamaños).

Yo siempre le había huído a este banco luego de haber tenido unos pocos encuentros cercanos del tercer tipo con varias de sus agencias (por cobro de cheques principalmente), y en las que de ser gato me quedarían nada más 5 vidas en lugar de 9; sólo que esa suerte se me acabó cuando en la agencia donde trabajo decidieron cambiar de banco para depositar la nómina y no escogieron otro más decentico que BA-NES-CO… noooooooo!

Podría enumerar y describir todo lo que no me gusta de este banco en particular, pero ocuparía todo el espacio disponible en el servidor de WordPress, y los aburriría más que una cadena presidencial un 5 de Julio, así que me centraré en un punto específico: los telecajeros.

Resulta que Banesco y sus telecajeros están en todos lados, dentro de las agencias, fuera de ellas, en los pasillos de los centros comerciales, en Farmatodo, Locatel, Hiperexito, Makro y me atravería a decir que hasta en Mercal, y sí, chévere, puede que resulten en apariencia una total comodidad, peros no se dejen engañar: los que están dentro/fuera de las agencias se les cae la línea a cada rato, y sí hay más de uno da lo mismo porque sólo funciona UNO; y los que están ‘flotantes’ en los lugares que ya les mencioné no suelen tener dinero ¬_¬

Sin embargo, hay otra cosa que realmente me desespera de sus aparatos infernales y es lo siguiente: Cuando uno hace uso de ellos debe meter la tarjeta e introducir la clave (hasta ahí todo bien), acto seguido sale un mensaje que dice algo como «Estimado usuario, para mayor seguridad le recomendamos cambiar su clave de acceso de forma constante blah, blah, blah…», ok, no tengo problema en que corporativamente manifiesten cierta preocupación por la seguridad de sus clientes, pero de ahí a OBLIGARTE a cambiar la clave es como demasiado… y eso fue lo que me sucedió hace poco cuando necesité sacar dinero y lo primero que me sale luego de intriducir la clave es «Esta clave ha caducado, por favor cámbiela para poder hacer uso del servicio»… LA MADRE QUE LOS PARIÓ!!!! Ya no basta con tener una clave de seguridad, una telefónica (que DEBE ser diferente) y aprenderse el número de cuenta, ahora hay que hacer una sopa numérica mental, revolver todas esas cifras y rogar al universo porque no te equivoques al usar la tarjeta para que no te la bloqueen por «Uso indebido de la clave de acceso»… y debas perder más de tu valioso tiempo en una agencia, solventando el ‘inconveniente’ que ellos generaron.

Y saben qué es lo peor del caso? Que Banesco es uno de los bancos con mayor cantidad de clonación de tarjetas del país, osea, no importa lo que hagas, estás en riesgo igualito, cambies o no la clave todos los días.

De seguro este post tendrá una segunda parte, ya que pronto me tocará solicitar un par de referencias en una de sus agencias… les contaré cuántas raices me salen :s